Empecemos por el principio, y ese se remonta casi a los años 70’s. Mi abuelo, Enrique Pino Cámaras-Altas, decidió montar un taller de joyería en Córdoba.
Años más tarde, ese taller se convirtió en la empresa familiar de joyería por la que han pasado hijas, tíos, hermanos, amigos y parejas. Después de esos primeros años Estrella Pino (mi madre), ejerció su papel como jefa y empresaria, dejando la artesanía de mano de sus familiares, quienes trabajaban con años de experiencia y amor las piezas artesanales de oro y plata que salían de los bancos.
Pasaron los años y entre esclavas y pulseras de nombre con elefantes en las esquinas nací yo, Estrella Rubio Pino, (o E.Cámaras-Altas en Instagram). Terminé mis estudios universitarios relacionados con el arte y los compaginé con unos estudios en diseño CAD-CAM especializado en joyería en la escuela de mi ciudad, y empecé en el mundo laboral. Año tras año, mi madre me decía que debíamos reactivar la empresa de mi abuelo. Yo, la verdad es que estaba un tanto miedosa, pero llegó un momento en el que se acabó ese sentimiento y decidimos emprender de nuevo.
Actualmente, volvemos a encender la luz del taller que ha ido evolucionando con el paso de los años, que nos ha visto ir y venir, crecer, evolucionar, reír y llorar, incluso estudiar matemáticas en sus bancos mientras mi padre trabajaba en la fundición, pulía o arreglaba máquinas. Siempre nos hemos caracterizado por ser una empresa familiar, tanto por su equipo como por el trato al cliente que, al final, acababa convirtiéndose en uno más en el patio del taller.
Reactivamos Stella Stilo desde el cariño, amor y nervios esperando que nuestra visión de la joyería, el arte, y el mundo sea compartida con todas aquellas personas que entren en este pequeño taller de metales preciosos, gemas y perlas.
Estrellas Pino y Rubio.